Día 11
Refugio en las tormentas
Bienvenido al día 11 de 21 dias de ayuno
15 de Febrero de 2024
En tiempos difíciles, debemos orar y buscar
refugio “bajo Sus alas”.
ESCRITURA DE HOY
“El que habita al amparo del Altísimo morará a la sombra del Omnipotente. Diré yo al Señor: «Refugio mío y fortaleza mía, Mi Dios, en quien confío». Porque Él te libra del lazo del cazador y de la pestilencia mortal. Con Sus plumas te cubre, y bajo Sus alas hallas refugio; escudo y baluarte es Su fidelidad. No temerás el terror de la noche, ni la flecha que vuela de día, ni la pestilencia que anda en tinieblas, ni la destrucción que hace estragos en medio del día. Aunque caigan mil a tu lado y diez mil a tu diestra, a ti no se acercará”. —Salmo 91:1-7 (NBLA)
Escritura Adicional
Salmo 23:1-6 (NBLA)
REFLEXIONE EN LA PALABRA
Las tragedias, traumas y desencadenantes nos recuerdan constantemente lo impredecible y peligroso que puede ser el mundo. Sin embargo, las Escrituras regularmente nos remiten a Dios, cuyo cuidado y compasión nos invitan a descansar bajo la sombra de Su ala y experimentar la presencia y protección de Aquel que “nunca se adormece ni duerme” (Sal. 121:4, NTV).
Aunque experimentamos tiempos difíciles, no debemos temer enfrentarlos solos porque Dios es nuestra “ayuda siempre presente en los problemas” (Sal. 46:1, NVI).
ORACIÓN + CONTEMPLACIÓN
1. Considere y nombre las áreas de su vida que le incitan al miedo, ansiedad o la preocupación; escríbalas. Ahora ore e invite a Dios, su Consolador y Protector, a entrar en cada área.
2. Ore por aquellos que experimentan miedo o ansiedad, para que experimenten la paz de Dios que sobrepase sus circunstancias actuales.
3. Eleve a los que viven en peligro inminente en todo el mundo a causa de su fe en Jesús, para que reciban protección sobrenatural mientras siguen proclamando a Cristo en su contexto.
MOMENTO EN FAMILIA:
FORTALEZA FAMILIAR
Creen una fortaleza familiar con almohadas y cobijas. Reúnanse dentro y hablen de qué piensa cada uno cuando oye las palabras “refugio” y “fortaleza”.
Lean juntos el Salmo 91:1-7. ¿Qué significa decir que Dios es nuestro “refugio” y “fortaleza”?
Compartan ejemplos de la protección de Dios en sus vidas y en la Biblia. ¿Hay algo a lo que le tengan miedo hoy? Después de compartir, inviten a todos a hablar la Palabra de Dios sobre cada temor compartido: “Dios, Tú eres mi refugio. ¡Confío en Ti y estoy a salvo!”